lunes, 18 de marzo de 2013

Días 191, 192 y 193

Día previo al maratón de Barcelona:

He descansado bien, he comido genial aumentando reservas de carbohidratos y he bebido mucha agua, toca hacer un poco de entreno psicológico. Me calzo las zapatillas de correr y simplemente hago 5 km, llego a casa sin haber sudado apenas. Eso sí, me he quedado con unas ganas de correr más... genial, mañana iré a por todas!

Maratón de Barcelona:

Me levanto bien pronto, tengo las cosas listas del día anterior, desayuno y me voy a Barcelona en tren con mi gran amigo Angel Basté, es su debut en maratón!

Llegamos con tiempo suficiente, nos cambiamos, dejamos nuestras cosas en el guardarropa y calentamos.
El tiempo no acompaña, está nublado y chispea pero creo que aguantará.
Me despido de Angel y le deseo buena suerte, está entrenado para terminarla de sobra, pero obviamente está nervioso.
Yo me voy a mi cajón, tengo el dorsal rojo, segunda salida.
Allí me encuentro con mi amigo y compañero Victor. Hemos quedado en empezar juntos, tenemos el mismo objetivo: las 3 horas y 15 minutos.

Nos colocamos con la liebre de 3h15min, formada por varios corredores, entre ellos Robert Mayoral, compañero del club WITL?
Se da la salida y salen los élite y los corredores que tienen intención de hacer sub 3 horas.

Nos toca! Sale todo el mundo y nosotros nos quedamos atrás, junto a la liebre. Entonces pasó algo confuso, salimos todos los que quedábamos (incluida la liebre) y de repente la organización hizo esperar a la liebre de 3 horas y cuarto, Victor y yo ya habíamos pisado la alfombra que registra el tiempo mediante el chip así que nos fuimos en solitario.

Correr hacia plaza españa sin ningún corredor más fue raro pero increíble, nos sentíamos los líderes de la maratón, menuda sensación! Íbamos riéndonos, felices! Entonces el cajón que habíamos dejado en la salida empezó la carrera. Nos vimos perseguidos por miles de corredores, ahora la sensación era la de estar huyendo de una plaga de zombies al más puro estilo de The Walking Dead, esto nos hizo reírnos aún más.

Los primeros 10 km pasaron muy rápidamente, los cruzamos en 44 minutos.



Aquí nos tenéis en el km 12!

A partir de este punto hubo mucha gente que no paraba de animar en todo momento, fue genial!
Llegamos a meridiana, en breves pasamos la mitad del recorrido, las sensaciones son buenas!
Al final hicimos los primeros 21 km en 1 hora y 33 minutos. Para el objetivo marcado este inicio era muy bueno, no se puede repetir el mismo parcial, apretamos bien y en el momento adecuado.

Empezaron las mates, íbamos calculando los ritmos y el tiempo que llevábamos, Victor tiraba y yo regulaba para no acabar desfondados, ésa fue la misión de cada uno durante toda la carrera.

El tiempo seguía pasándome a una velocidad increíble, en nada y menos pisamos el km 30 con un tiempo en el reloj de 2 horas y 13 minutos. Sólo quedaban 12!!

No sentí muro alguno, mantuvimos el ritmo al milímetro, las mates salieron genial!

Al fin llegamos a Plaza Colón, km 40, queda lo más duro, los 2 km de la avenida Paralel. Una subida que tras lo recorrido se hace muy dura, las piernas pesan, sabes que eres finisher pero quieres morir y darlo todo para lograr tu objetivo...

Para nuestra sorpresa, no sufrimos tanto como nos imaginábamos. El año pasado Paralel se hizo eterno, quizás se nos quedó tan marcado en la mente que llegó a exagerarse. Tener la idea de que iba a ser más duro de lo que realmente es nos ayudó. Fuimos a buen ritmo incluso, plaza españa nos espera.

La gente chilla y vitorea, Victor y yo corremos uno al lado del otro, no nos hemos despegado más de 3 metros en toda la carrera. Lo que hemos compartido es inigualable, quedan los 195 míticos metros en los que las emociones están a flor de piel. Ya no hay dolor en las piernas, sólo hay una felicidad inmensa que te llena de principio a fin. Nos cogemos la mano, levantamos los brazos y tras mucho sufrir, cruzamos la meta de la misma manera que empezamos: juntos.


El crono finalmente marca 3 horas 11 minutos y 40 segundos, lo logramos.
Agradezco a todos aquellos que me han apoyado, especialmente a los que han venido a animarme en persona: Diego, Belén, Melina y mi genial abuela. Vuestro apoyo ha sido clave para lograr esto!

Un par de apuntes antes de terminar, el recorrido parece que tenía 600 metros de más, eso significa que nuestro tiempo real, por el ritmo medio registrado (4 minutos 30 segundos por km) fue de 3 horas y 9 minutos, un carrerón impresionante.
Por otro lado me enteré de que un hombre murió de un infarto tras desmayarse cuando cruzó la meta. Esto me hace ver que lo que hacemos es complicado y que nos la jugamos más de lo que parece a simple vista, hay que cuidarse bien y hacer las cosas con cabeza, nunca hay que perderle el respeto a este deporte. Mi más sincero pésame a la familia.



Llegué a casa y tras comer como si no hubiera mañana, me duché y me mojé las piernas con agua fría, esto me ayudó muchísimo! La siesta que me pegué después también es digna de mención...


Día posterior al maratón:

Me he levantado con pocas agujetas, un poco de molestias en las rodillas y en el gemelo izquierdo, pero poca cosa. El agua fría es mano de santo!

Cogí la bici a pesar del viento, según la dirección en la que iba llegaba a los 42 km/h fácilmente, aunque también podía bajar a los 25 km/h, las ráfagas de viento han sido brutales.
Hice 32 km en una hora clavada, ahí tenéis la velocidad media. Dejé la bici y me fui a correr suave durante casi media hora, haciendo 6 km.

Recuperación activa! Mañana cero agujetas.
Vamos por buen camino, GOOOO!!!!

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