martes, 30 de julio de 2013

El día en el que me hice de hierro

4:30 de la mañana, suena el despertador... El día ha llegado.

Todo está listo desde anoche, sólo desayuno y me visto. Llevo la mochila que me dio la organización del Ironman de Zurich, bajo la ropa de vestir ya llevo puesto lo que usaré para nadar. El neopreno está prohibido así que sólo llevo la parte de abajo del dos piezas.

Voy con tiempo suficiente, tranquilo, la salida es a las 7:00. Una vez estoy en la zona de salida, termino de preparar lo que queda: pongo la comida que necesitaré en la bici y los geles y demás en la bolsa de correr.

Me quito la ropa de vestir, llevo el gorro y mis gafas de natación en la mano... Camino con paso firme hacia la salida, somos 2500 atletas que pelearemos por un sueño común. Unos buscan bajar tiempos, otros sólo se conforman con terminar dentro del tiempo marcado... y yo... yo quiero disfrutar.

El agua está caliente, me pongo a calentar junto a decenas de atletas... Hay algún que otro pequeño choque ya que nadamos en direcciones diferentes, nada grave... pero era como si alguien quisiera avisarnos de lo que iba a pasar.

Se da el aviso de que en pocos minutos empezará el Ironman. Nos metemos en el lago, el agua nos llega por la cintura... Estoy rodeado de triatletas, a ambos lados hay público animando... está abarrotado.
Quedan a penas dos minutos, nos saludamos y deseamos suerte mutuamente. Los brazos se alzan en el aire y aplaudimos, se me pone la piel de gallina...
Me concentro y pienso en lo que me queda por delante: 3,8 km de natación, 180 km de bici y 42 km corriendo... También me viene a la mente todo el camino recorrido, hoy es el día en el que todo el sacrificio y esfuerzo se verá puesto a prueba...

Bocinazo de salida! Nos lanzamos al agua los 2500 participantes y comenzamos a nadar.
La primera boya está a unos 700 metros, suficientes como para que el grupo se estire, o al menos eso se suponía...

Vuelan codazos, manotazos y patadas, no hay espacio, se avanza con lentitud... Intento buscarme un hueco como sea, pasando por encima de otros nadadores, molestando lo mínimo... pero seguimos siendo demasiados.

A ratos encuentro mi sitio, pero siempre acabo rodeado de nadadores. Nado como puedo e intento buscar unos pies a los que seguir. Cuando mejor iba empezamos a encarrilar la mitad del recorrido, que pasa por debajo de un puente hasta una pequeña isla que cruzamos para meternos en el agua nuevamente y hacer la segunda vuelta. Este paso era muy estrecho, de nuevo hay golpes por todas partes, intento por encima de todo mantenerme calmado y no agobiarme... al final consigo salir del agua, corro esos 10 metros dentro de la isla y me meto otra vez en el agua de un salto, queda una vuelta.



Empezamos más separados pero acabamos otra vez igual... Hasta la última recta no voy más tranquilo, más a mi bola, es de agradecer después de tanto golpe. Encarrilo los últimos metros y consigo salir del agua entero. Finalmente han salido 4100 metros, esto y no llevar neopreno hacen que mi tiempo sea de 1 hora y media... quería hacer 1 hora y 20 minutos pero a todos nos ha ido peor por como ha sido la natación.

Cojo la bolsa de bici y me cambio, de mientras voy hidratándome. Tengo que ponerme la ropa de bici que falta y correr a la bici!

Empiezo a pedalear y me tomo un gel de USN con cafeína para estar a tope desde el principio.


El circuito se presenta rápido, la primera hora la hago a media de 33 km/h. La cosa promete, subo el primer puerto fácil, no estoy yendo a tope y la media es buena! Si me mantengo termino la bici en 5 horas y media!
Llegamos al puerto más difícil: "The Beast". Lo subimos a buen ritmo, la bestia es domada por los aspirantes a ironman...

Voy recargando agua en los avituallamientos, le pongo Elete a cada bidón recibido, electrolito puro que me da energía! Hay mucho público animando, yo los animo y ellos me corresponden con más gritos y vítores, me lo estoy pasando genial!

Ya queda poco para terminar la primera vuelta, encarrilamos el final con una bajada épica en la que llegué a ir a 83,7 km/h... adelantando a las mejores bicis, muy divertida la cara de los ciclistas que sobrepasaba al verme con mi humilde bici en esa bajada!

Últimos km de la primera vuelta, muy planitos, volviendo a la zona de meta. Entonces llegó el momento épico que erizó mi piel... antes de terminar la vuelta había una pequeña subida, 200 metros como mucho, lo mejor fueron los últimos 50... Como si del Tour de Francia se tratara, ascendíamos en fila de uno porque no había más espacio... A ambos lados teníamos decenas de personas animándonos a tope, yo los animaba más y ellos correspondían. Sensación brutal, las piernas iban solas... El speaker me nombra y me anima, la gente lo da todo... increíble.

Empezamos la segunda vuelta! Ya eran las 11 y pico de la mañana, el sol se alzaba y el calor apareció... nos habían advertido que llegaríamos a los 35ºC y así fue. Petamos todos, la segunda vuelta nos mató y donde más se notó fue en el puerto "The Beast". El segundo asalto fue para la bestia, sin duda.


Los últimos 30 km se hicieron duros, mi media rondaba los 33 km/h y bajó hasta los 29 y pico en la segunda vuelta. Siempre fui un peldaño por debajo de mis posibilidades, reservándome para el maratón, y aun así lo pasé mal al final.

Resumiendo, primera vuelta genial, para el recuerdo... y segunda vuelta jodida, para el olvido.

Me tomé la transición a correr con mucha calma, estaba cansado y quise empezar con buen pie a correr.
Me cambié, me puse crema y preparé todo a conciencia. Llevaba el portadorsal lleno de geles y el maillot con Elete y una compota de carbohidratos.

Una vez listo puse el reloj en marcha e inicié el primero de los 42 km que me esperaban. 
Empecé a un ritmo de 5'30''/km. El plan era empezar a 5'00'' pero me vi bastante tocado después de los 180 km de bici, así que decidí empezar un poco más flojo y asegurar.

La primera vuelta fue bien, aguanté bien el ritmo, seguíamos con el calor infernal, pero los avituallamientos eran geniales, tenías todo lo necesario a la temperatura perfecta (las esponjas fueron mano de santo). Conseguí la primera pulsera y seguí con el ritmo pactado hacia mi segunda vuelta, aguanté el tipo, sólo reducía el ritmo en los avituallamientos para poder comer cómodo, lo estaba pasando bien!

Entonces pasé por al lado del arco de llegada por segunda vez, me quedaban dos vueltas... ahí me desanimé un poco, vi que me quedaba mucho... pero seguí, no quedaba otra, había que ir haciendo, ya era cuestión de ir restando kilómetros. 

En la tercera vuelta el tiempo fue cambiando gradualmente, el cielo se cubrió de nubes y se levantó bastante viento. Estábamos todos empapados, ése viento no ayudaba... la temperatura bajó muchísimo y se puso a llover. Lo que nos faltaba...

La tercera vuelta se me hizo eterna, el ritmo bajó hasta los 5'50''/km, las piernas pesaban...


Pero entonces pasé por el arco de meta de nuevo y me dije: 
"Es la última vez que pasas de largo por aquí, una vuelta más y terminas, VAMOS!"

Una vuelta más y terminas... pero menuda vuelta... Los primeros 4 km se me hicieron duros, iba haciendo cálculos con el reloj, el ritmo medio y la hora que era. Quería bajar de 12 horas como fuera.
El ritmo medio había bajado hasta 5'57''/km, tenía que apretar sí o sí. 

Eso hice.

Los últimos 3, 4 kilómetros los hice a 5'00''/km, corría con el corazón, nada podía pararme, mi sueño convertido en arco de meta se encontraba demasiado cerca...

Últimas dos rectas... la emoción se apodera de mí, no puedo evitar dejar caer unas lágrimas... 
La gente anima...

Hopp hopp Albert!
Bravoooo Albert!
Go Go Go!
You are in! Come on!

Mis piernas van solas, pienso en todos los entrenamientos, en todos los momentos duros y difíciles que he tenido que superar... Giro para encarrilar los últimos 50 metros de mi sueño... hecho realidad.

Lo que vi no lo olvidaré nunca, ese arco amarillo con el marcador digital rojo... 11 horas y 57 minutos.
Las gradas abarrotadas a más no poder, gente de pie en las vallas, golpeándolas haciendo el máximo ruido posible... quiero más. Animo a la gente y chillan más, no paro de llorar de emoción, de alegría. No pienso nada, mi mente está vacía, soy pura felicidad. 
Supongo que eso es lo que pasa cuando cumples un sueño, después de todo el esfuerzo realizado, te rompe por dentro en minúsculos pedazos... te deja vacío, incapaz de pensar, incapaz de ser, te deja en paz...

Soy pura felicidad.

Estallo cruzando el arco de meta entre medio de tanta gente, desahogándome con un grito que no hace más que reflejar mi explosión interna de pensamientos, emociones y sentimientos...



Lo he logrado, 11 horas, 57 minutos y 4 segundos de puro esfuerzo, de recompensa por el trabajo realizado. La constancia ha sido premiada, hoy sí que sí...

Hoy...

SOY DE HIERRO


Ironman Zurich 2013



1 comentario:

  1. Has hecho que me saltaran las lágrimas!! Felicidades, todo un ejemplo.
    Raúl

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